17/8/15

Los Grillos - Un poco de paz (1969)

Dicen que cuando uno tiene un hijo todo alrededor cambia. Que las cosas ya no vuelven a ser las mismas, que se mira la vida desde otro ángulo, con otra mirada. Dicen que cuando nace un hijo uno debe asentar la cabeza, debe formalizar su relación con la sociedad y establecerse de una buena vez en un lugar. Dicen que
cuando nace un hijo todos los sacrificios son pocos si es por él. Dicen que cuando uno tiene un hijo el tiempo se acorta, los días se hinchan y la espalda se dobla. Dicen que cuando se tiene un hijo ya no se puede volver a existir en otra condición.
Yo no sé si todo eso es verdad, yo no sé hasta donde las habladurías del viento se detienen a gobernar nuestra triste ciudad. Y no lo sé porque trato de escapar. No solo inventando mundos opresivos y patéticos, sino con sonidos del pasado, con sonidos olvidados por el tiempo. Negados de la realidad. Porque no sé si ustedes lo piensan pero esta música que nosotros escuchamos acá es un pasado que fue. Es decir, muchos de los parámetros que dominaban aquellas épocas desaparecieron. Luego, lo que una vez fue normal, hoy se escucha extraño y ajeno. En el garaje punk, tengo para mí, solo es el sonido lo que aleja al oyente moderno. El garaje punk, con mejor sonido, es fresco y divertido. No así el heavy metal. Porque no sé si se han fijado pero este género es eternamente antiguo. Y no por el sonido, sino por lo conservador y cerrado. Causa de la sensación que existe entre estos muchachos de creerse de una Elite de músicos solo comparables con los compositores clásicos. Unos giles. Por suerte las subramas del heavy, casi todos niños bastardos del punk, han logrado salir de ese lugar conservador.
Bueno amigos, buenas noches, luego de los prolegómenos les presento el disco que les dejo este mes: Los Grillos. Y con este completo lo que tengo de ellos. Si alguno tiene más, comparta.

No lo había subido antes porque la tapa me parece horrible y como concibo este lugar – ya lo he dicho
mucho  - como un espacio, amén de cultural, estético; me había negado a hacerlo. Pero tenía ganas de hacer el post del mes, tenía necesidad de hablar con los cuates del garaje y debía elegir algo para venir. Mirando recordé haber grabado en mi carpeta de discos para subir ete álbum y me dije: dale Miguel, si a nadie le importa si quedás atrás o te vas. Solo están hambrientos por tu post de garaje y lo subí. Acá se los dejo, entonces, con esta tapa fea, deslucida y poco inteligente desde mi punto de vista. Una lástima porque las demás tapas de estos chicos quedan en la antología de las mejores carátulas de garaje latinoamericano. Pero bueno, es un muy buen disco y, ya lo sabemos, no debemos juzgar un libro por su tapa o un disco por su carátula. Aunque, tengo para mí, debieran ser un todo. Acá están Los Grillos. Y los pedidos que tengo pendientes – si mal no recuerdo solo el de Gustavo Zamora me interesa saldar porque es un cófrade que siempre comparte – me van a tener que esperar un poco más. Mis tiempos están escuetos y me cuesta escatimar algo para emprender tamaña labor. Saludos!